sábado, 4 de julio de 2015

Rechazo de Fatwas

Reflexiones: Sami El Mushtawi
 
El término FATWA se refiere a la respuesta que un ulema, sabio, docto y experto en materia Islámica da a una pregunta relativa a su disciplina islámica. La FATWA, entonces, es un esfuerzo de interpretación y es emanada-retiramos- de un reconocido experto en FIQH (Jurisprudencia islámica).
Se solicitan FATWAS porque, a veces, un musulmán duda acerca de cuál sería el proceder islámico correcto en un caso práctico y también concreto. Por ejemplo: ¿Si es lícito o no depositar dinero a interés en un banco? ¿En determinado caso, está eximido un musulmán de guardar el ayuno durante el mes de Ramadán?, etc.
El ulema estudia el tema bajo la luz del Islam, examina los textos coránicos, las orientaciones del Profeta Muhammad, el consenso de los sabios y realiza, si es necesario, analogía con tema parecido al que le ha sido consultado. Cuando tiene claridad sin indecisión alguna, ahí recién dictamina o sea da su FATWA, y siempre al concluir dice: Allah sabe más.
Una vez recibiendo la respuesta, el musulmán que ha solicitado la FATWA es libre de aceptarla o rechazarla.
El Islam establece que los muftíes, o sea quienes dan fatwa, deben reunir varios requisitos tales como: conocimiento sólido del Corán, de la ciencia de los Hadices, dichos del Profeta Muhammad, del idioma árabe, de las escuelas jurídicas del Islam, que sean personas justas, responsables, dignas de confianza, inteligentes, etc.
Desgraciadamente ciertos movimientos políticos o militares nombran a sus muftíes. Éstos emiten fatwas que justifican acciones condenadas y rechazadas por la inmensa mayoría de los musulmanes. Son muftíes que carecen de conocimiento sólido sobre el Islam y por eso, sus fatwas no son válidas y las rechaza prácticamente todo el mundo musulmán.
No se puede, islámicamente hablando, emitir una fatwa haciendo llamamiento a matar a personas concretas o haciendo un llamado a cometer actos terroríficos contra puntos concretos, etc.
Desde el alborear de la historia del Islam, muchos muftíes decían, al ser consultados, la célebre frase: “no sé”. Era para ellos un orgullo decirlo para no cometer error ni falta alguna por los cuales serán juzgados por Allah.
Quiera Dios que se retorne a la esencia del Islam y que nunca se dictamine en nombre del Islam lo que el mismísimo Islam condena y rechaza.