Reflexiones: Sami El Mushtawi |
En Ramadán no puedes comer ni beber hasta la noche, pero es el mejor mes del año. Ramadán te hace susceptible a todo, entiendes a la gente que no tiene para comer. Tu espiritualidad en él es muy fuerte. Te olvidas de tu parte carnal y te elevas espiritualmente. Es un mes de bondad, generosidad, amor y fraternidad. Los más creyentes y practicantes se pasan casi todo el día y la noche entera en la mezquita. Rezan, meditan reflexionan, recitan el Corán y muchos de ellos los ves en absoluto silencio. Ramadán es especial y quiera Dios que todos nuestros meses sean igual a Ramadán.