viernes, 30 de mayo de 2014

SUCEDIÓ, SUCEDE Y SUCEDERÁ

Las preocupaciones y tristezas nos visitan y por ello nos ponemos acongojados, ensimismados y sumamente tristes. Eso es común. Sucedió, sucede y sucederá. En una oportunidad, el Mensajero de Allah Muhammad, la paz sea con él ingresó a la mezquita y se encontró con un compañero llamado Abu Umâmah y le dijo: “¡Abu Umâmah! ¿Qué te sucede que te encuentras sentado en la mezquita cuando aún no es horario de rezar?” Y él respondió: Estoy muy angustiado y tengo deudas que me preocupan. Entonces el Profeta le dijo: “Te enseñaré algunas palabras que si las repites Allah aliviará tus penas y saldará tus deudas. Di por la mañana y por la tarde: ¡Allah! Me refugio en Ti de las preocupaciones y la tristeza, de la incapacidad y la holgazanería, de la avaricia y la cobardía, del peso de las deudas y de la opresión de los enemigos”. Este remedio es apto también para todos nosotros y hay que ingerirlo a diario y si Dios quiere se van a curar las aflicciones.