Estoy triste porque parece que vivimos en un mundo en el que prevalece la injusticia y la ley de la selva. Un mundo en que los llamados Derecho Humano no dejan de ser sino tinta sobre papel. A los perseguidos, refugiados, etc... les privan del derecho a la vida segura, tranquila. A menudo, escuchamos términos tales como: democracia, derechos humanos, libertad, dignidad humana, y estamos asistiendo al derrumbe de todo esto. Nos llenan de palabras tales como: la paz, la seguridad y la lucha contra la violencia y vemos acciones que siembran las semillas de la violencia y el extremismo, todos los días.
Quiera Dios que reine la paz sobre la faz de la tierra.