No hay refugiados cristianos y refugiados musulmanes. En zonas de conflicto, de guerra, en los países donde los hay -y lamentablemente son muchos países- los cristianos y musulmanes sufren por igual. La guerra, el caos, los desastres no diferencian entre cristiano y musulmán. Tanto cristianos como musulmanes están en el mismo barco y juntos sobreviven o mueren ahogados.
Debe predominar siempre el espíritu de tolerancia y nunca imaginar que unos sufren más u otros sufren menos. Cuando dejan de sonar las campanas de la iglesia, seguro pasa lo mismo en los minaretes de las mezquitas.
Quiera Dios que se callen las voces que quieren llevarnos de vuelta a la Edad media.