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| Reflexiones: Sami El Mushtawi |
Cuentan que el Califa omeya Suleiman Bin Abdul Malik se dirigió hacia La Meca para hacer la peregrinación y ahí vio al sabio Salim bin Abdullah Ibn Umar ibn Aljattab.
El califa le dijo: pídame lo que necesitas y te lo doy. Salim le dijo: me da vergüenza hacerlo estando en la Casa de Dios Todopoderoso, porque en la Casa de Dios Le pido a Él y a nadie más que Él.
Una vez hubo salido de la Casa de Dios, el califa le dijo:ya estamos fuera de la mezquita, entonces pídame lo que necesitas. Salim le dijo: ¿quieres que te pida cosas de este mundo terrenal o del Otro? El califa contestó: cosas de este mundo pues yo no tengo poder para darte las del Otro Mundo. Salim replicó: yo no he pedido nada de este mundo de su verdadero dueño, Allah, ¿cómo pretendes que te lo pida a ti?
Dicho eso, Salim se fue.