sábado, 25 de octubre de 2014

No puede pasar desapercibido

Reflexiones: Sami El mushtawi


El día de la Hégira no puede ser un día más, un día cualquiera, un día como todos, sino es El Día. La emigración del Profeta Muhammad es uno de los eventos más importantes en la historia del Islam. Eso llevó a los compañeros del Profeta a considerar ese día el inicio del calendario islámico. A partir de ahí, comenzó la construcción práctica del Estado del Islam, en Medina. Todo comenzó con esta aleya coránica: ¡Creyentes!, si no secundáis al Mensajero de Dios, ciertamente Dios es capaz de otorgarle la victoria, tal como lo hizo cuando los incrédulos le habían constreñido a salir de Meca, teniendo sólo por compañero a Abu Bakr, y cuando ambos estaban en la gruta guareciéndose de los idólatras que les perseguían, temiendo Abu Bakr por la vida del Mensajero, éste, apaciguando su temor, le dijo: ¡No te aflijas! Ciertamente Dios está con nosotros auxiliándonos con la victoria. Entonces Dios infundió el sosiego en el corazón de su compañero (Abu Bakr) y confortó al Profeta con tropas celestiales que sólo Dios- alabado sea- conoce; y se concluyó el caso con el fracaso de los incrédulos. La Religión de Dios es siempre la victoriosa, porque Dios es Poderoso e Invencible; maneja todo con Su prudente sabiduría. (9:40). Quiera Dios que se aprenda sobre la historia de nuestra magnífica religión musulmana.