viernes, 16 de mayo de 2014

!Qué sutileza! Dr. Sami El Mushtawi

El discurso islámico es sublime, pues en materia del diálogo con el otro o la invitación del otro o la simple la formulación de una propuesta al otro, el discurso islámico es muy hermoso, porque presenta la propuesta sin obligación alguna al otro para aceptarla. La presenta y nada más. La presenta y espera y nunca describe al otro de lo inapropiado, sino que se aleja tan sutilmente de cualquier polémica. Fijaos en la sutileza evidente en este versículo coránico: Gente del Libro, convengamos en una fórmula aceptable a nosotros y a vosotros, según la cual no adoramos sino a Allah, no le asociaremos nada y no tomaremos a nadie de entre nosotros como Señor fuera de Allah. Si ellos, la gente del Libro, vuelven la espalda, decid: “Sed testigos de nuestra sumisión. (3:64).