sábado, 17 de mayo de 2014

JUTBA DEL VIERNES 16 DE MAYO 2014

16/05/2014-17/7/1435


Gracias a Dios por otorgarnos el Islam Alabado sea Allah Creador de todas las cosas. Armonizó todo con su prudente sabiduría. Glorificado sea Allah quien hace que la noche suceda al día, y el día a la noche, y ha sometido a su orden tanto el sol como la luna para el bien de la gente. Señor nuestro, te alabamos y te agradecemos. Te pedimos perdón por todo lo que hemos hecho. Atestiguo que no hay dios más que Allah y atestiguo que Muhammad es su siervo y Mensajero. Dios nuestro, bendiga a Muhammad, a sus familiares y a sus compañeros. El hecho de haber sido guiados a la religión del Islam y llevar el Islam como creencia, aplicación y método constituye una bendición muy grande que Allah nos ha otorgado. Eso es así porque en el Islam se encuentra todo lo que nos beneficia en esta vida y también después de su muerte. ¡Habrá una bendición más grande que la que otorga al hombre la complacencia divina y el Paraíso! Los moradores del Paraíso reconociendo el favor de Dios para con ellos dirán: Las alabanzas a Dios que nos ha guiado hacia el camino de la gracia y nos auxilió para tomarlo, puesto que si Dios no nos hubiera guiado mediante sus enviados y si no hubiéramos tenido éxito gracias a Él, jamás habríamos podido orientarnos. (7:43). En Sura (YASIN) encontramos la historia del creyente que llamó a su pueblo a obedecer a Dios y seguir a los enviados de Dios y su gente no respondió su llamado. A este hombre Allah le ha perdonada, y le honró por otorgarle el Paraíso. El Corán se ha referido a ese episodio diciendo lo siguiente: …Le dijo- en recompensa por su fe y su invitación hacia Dios-: Entra en el Paraíso. Dijo estando en dicha y felicidad: ¡Pobre de mi gente! Si conocieran el perdón de Dios y Su generosidad, que me puso entre los agasajados. (36:26-27). El verdadero creyente ve que su Islam y su fe son joyas que han sido obtenidas por la gracia de Dios y no por el poder del hombre y su fuerza. Por eso, lo ves busca permanentemente con todas sus fuerzas y energías todo medio para incrementar su fe, fortalecerla y purificarla; y para no debilitarla, tomando como su ejemplo el mejor de las creaciones el Profeta Muhammed Ben Abdallah - la paz sea con él -, que buscaba refugio en Allah del extravío después de la orientación, y que decía en su súplica: ¡Gloria Dios!, me refugio en ti del extravío después de haber sido guiado hacia ti. Tú eres Viviente y los genios y humanos mueren. Cuando la fe se afirma el corazón, el musulmán ama más esta fe y hace todo lo posible para conservarla y cuidarla. Por eso, el musulmán incrementa sus buenas acciones y trata de no caerse en las malas. El musulmán se preocupa por la complacencia divina y por agradecer al Hacedor de los Mundos por la fe y la certeza. Lo más sorprendente del asunto es ver a gente que Allah les ha dado la fe, les abrió las puertas de su merced y bondad y que por ello encaminaron en la senda recta pero por poco tiempo y rápidamente sintieron pereza, apareció Satanás que les embelleció y les prometió lo que no es verdadero. A consecuencia de ello, vieron que la rectitud era algo pesado, dejaron de obrar bien y se aburrieron. ¡Acaso no sabían que el camino al Paraíso estaba repleto de lo que el hombre no siempre quiere, no sabían que es largo el camino! Una vez consultaron al IMAM AHMAD IBN HANBAL diciéndole: ¿Cuándo descansa el hombre? Dijo: al poner su primer pie en el Paraíso. Por eso los musulmanes, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, deben recordar uno al otro mantenerse firme en el camino al Paraíso, deben gozar de paciencia, y serán de los ganadores. Allah dice: Juro por el tiempo. Que cada humano está sin duda en algún tipo de perdición, a causa de sus tendencias y de sus pasiones. Salvo los que creen, hacen el bien, cumplen los deberes de fe, y se aconsejan unos a otros la observancia de la verdad en sus creencias. Éstos están a salvo de la perdición en la vida mundana y en la Otra. (SURA 103). Hermanos en el Islam: Vivimos en una sociedad no musulmana, que en ella se mezcla lo de la religión con las costumbres y las leyes humanas. Los conflictos rodean al musulmán y lo más nefasto es acostumbrarse a lo que es característico de esta sociedad no musulmana. Sabed que muchas de estas costumbres no van con lo establecido por Dios y Su Mensajero (la paz sea con él). La gente se acostumbra a practicar lo ilícito sin darse cuenta de ello. Por eso miran y escuchan sin preocupación alguna lo que el Islam nos prohíbe. Besan a las mujeres ajenas a ellos y estrechan la mano a ellas. La mujer musulmana se acostumbra a vestirse tal cual hacen las no musulmanes o educan a sus hijos de un modo no musulmán, etc… muchas cosas se hacen sin pensar si eso es del agrado de Dios o no lo es. El musulmán piensa en sus obras antes de hacerlas, debe preguntarse si es de agrado de Dios Todopoderoso o no lo es. El deber del musulmán, al ver a su hermano musulmán caerse en un error es aconsejarle de un modo adecuado para la situación. La mujer musulmana también debe aconsejar a su hermana en el Islam y a su hija y orientar a todas hacia el camino de Dios. El consejo debe basarse en el Corán y la Sunnah. Debemos aconsejarnos mutuamente para obrar bien, para no ser llevados por la tentación y por la senda de costumbres de los no musulmanes. Si seguimos en esta equivocada senda vamos a perder nuestra religión, vamos a sufrir una gran pérdida en nuestros hijos, porque ellos van a aprender de nosotros y le enseñarán a los demás. El resultado es tener a musulmanes sin Islam y esta es la realidad de algunos de los musulmanes hoy en día. Roguemos a Dios que nos reafirme en el Islam, que nos otorgue vida que le plazca a Él y que nos oriente a obrar bien para ganar el Paraíso. Amén.