El mundo cambia y la gente también.
Eso es moneda corriente y hay que aceptarlo y nada más. Los jóvenes de hoy no
tienen para qué ser como los de mi época, de tu época. Tienen que ser como quieren
ser. No tienen que gustarles la misma comida, la misma rutina y la misma manera
de ver el mundo. Ellos son ellos y nosotros somos nosotros.
Ni ellos son irrespetuosos, ni
nosotros somos tan brillantes para que nos tomen como ejemplo y que sean como nosotros.
Omar Ibn Aljat-tab dijo: “educad a
vuestros hijos para el tiempo en que ellos nacieron y sabed que ellos vivirán
en otro tiempo que no va a ser el vuestro”.
Aconsejad a vuestros hijos, hacedlo
una y otra vez, después dejadles para que surquen su propio camino.