martes, 8 de julio de 2014

Se ha dicho mucho / Dr. Sami El Mushtawi

Sobre el Ramadán se ha dicho mucho y usted, seguro, sabe bastante sobre sus reglas, virtudes y bendiciones. Yo solo quiero recordarte que el ayuno de Ramadán no es dejar de comer, beber… El ayuno fortalece nuestro dominio propio para elevar la parte espiritual de cada uno de nosotros sobre la parte material. El ayuno no es sólo soportar el hambre y la sed, sino junto con ello, soportar las molestias causadas por vivir inmersos en la sociedad y con demás personas diferentes a nosotros, que tienen conductas distintas y tal vez modales distintos. Que el ayuno nos enseñe cómo manejar nuestro comportamiento y que Dos, Todopoderoso, nos recompense por ello, si Dios quiere.