La felicidad se compone de felicidad moral y material. O sea tiene dos lados. De todas maneras la felicidad es muy relativa. Vamos buscándola jadeantes, sin lograrla del todo en este mundo. La verdadera felicidad estará en la vida futura, en el paraíso que Dios nos prometió. En el Paraíso no habrá celos, envidia ni malicia.... Eso lo que aquí en este mundo nos roba nuestra felicidad.
Quiera Dios que el Paraíso sea nuestra morada.