Reflexiones: Sami El Mushtawi |
El musulmán debe aprovechar algún momento de soledad para reflexionar y examinar los actos que ha realizado a lo largo del día. Puede hacerlo cada noche, pues la quietud y tranquilidad propias de las horas nocturnas son de gran beneficio. Una vez examinando sus actos que el musulmán se entregue a Allah con sumisión y que le pida gran perdón. Fijaos en este hadiz que dice: “El verdaderamente dotado de intelecto es aquel que reflexiona sobre sus acciones (examinando su conciencia) y obra para después de la muerte; y el incapaz es aquel que sigue a sus propios apetitos y pretende la salvaguarda de Allah y obtener Su perdón”.