 |
| Reflexiones: Sami El Mushtawi |
La paciencia es aceptar el dolor, los problemas, las desgracias y los hechos similares desagradables. Hay que ser paciente sin queja o pérdida de autocontrol, sin maldecir el Destino.
Durante una visita al cementerio de Medina, el Mensajero de Allah vio a una mujer llorando amargamente y quejándose del Destino. Cuando procuró consolar a la mujer, que no reconoció al Profeta, furiosamente le pidió que se marchara: “¡No sabes qué desgracia me ha acontecido!”. Cuando ella supo de la identidad de la persona con la que había hablado, se apresuró tras de él y lo alcanzó en su casa, y ahí le pidió perdón. El Mensajero de Allah le dijo: “La paciencia se demuestra en el momento de la desgracia”.
A veces se puede conseguir la paciencia en circunstancias
difíciles cambiando de actitud, realizando el wudu (ablución ritual) o rezar también puede ayudar a contrarrestar las penas.