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| Reflexiones: Sami El Mushtawi |
El Profeta del Islam dio grandes ejemplos en cuanto al perdón se trata.
Hay muchos ejemplos al respecto. Veamos uno de ellos: Hind bint Utbah, esposa de Abu Sufyan, fue donde el Profeta para disculparse -sabed que Hind había planeado el asesinato de Hamza Bin Abdul Muttalib, tío del Profeta, y luego pidió que abriesen el cuerpo de Hamzah y se comió el hígado del hombre ya muerto... pese a todo eso, el Profeta perdonó a Hind.
Junto con ser una virtud, el perdón es remedio de muchas enfermedades.
Los médicos descubrieron los beneficios de la amnistía, del perdón. Dicen que la ira y la intolerancia y el deseo de vengarse aumentan la presión arterial, el pulso y aceleran el ritmo cardíaco, provocan el dolor de cabeza, el aumento de azúcar en la sangre, el colesterol y la acidez en el estómago. El perdón es un medicamento más barato y más seguro que la aspirina. Más que todo eso es una virtud propia del buen musulmán.