Reflexiones: Sami El Mushtawi |
El alcohol altera la mente y es instrumento de Satanás, trastorna y altera los corazones. Infunde la enemistad y el odio, es " la madre del vicio", transforma al hombre pacífico en una fiera agresiva, capaz de fomentar y cometer crímenes, porque el alcohol debilita la afección, incita a la perversidad.
El alcohol aparta al creyente de observar sus oraciones rituales diarias. Es por todo ello que el Islam prohibió las bebidas alcohólicas; aunque la embriaguez es su síntoma visible, está prohibida tanto en exceso como en una ínfima cantidad.
Allah dice: ¡Creyentes!, sabed que las bebidas alcohólicas, el juego de azar, (…) todo ello constituye vanidades fútiles y maniobras abominables de Satanás; dejadlas para aseguraros una vida virtuosa, y la recompensa del Paraíso en la Resurrección. (5:90).