viernes, 18 de abril de 2014

INVOCAD A DIOS/ Dr. SAMI EL MUSHTAWI

Frente a la desesperación no hay que hacer nada, solamente hay que invocar a Dios. Pedirle su auxilio y su ayuda. Ésta no va a tardar en llegar. El Profeta Noé lo hizo y el Corán cuenta su historia de esta manera: Noé invocó a su Señor diciendo: Estoy vencido por mi gente ¡Véngate de ellos por mí! (54:10). De inmediato, el Señor de los Mundos respondió este desesperado llamado e hizo lo siguiente: Abrimos las puertas del Cielo vertiendo inmensas y continuas cantidades de agua. Y hendimos la Tierra para hacer brotar manantiales abundantes. Es así como las aguas del Cielo con las de la Tierra se juntaron para aniquilar a los incrédulos, como lo decretó Dios, el Altísimo. (54:11-12) Dios no ha dejado solo al Profeta Noé sino lo salvó del diluvio: Luego cargamos a Noé en un arca de madera y de cuerdas de fibras vegetales que la aseguraban. Navegaba sobre el agua bajo nuestra custodia. Fue una recompensa para Noé, a quien su gente desmintió hasta el final. (54:13-14). También lo hará contigo y te salvará de todo lo malo, si Dios quiere.