domingo, 16 de febrero de 2014

Dime con quién te juntas - Dr Sami El Mushtawi

La compañía de la buena gente, de los virtuosos constituye una gran ayuda para el creyente. Lo ayuda para hacer buenas obras y continuar haciéndolas. El Mensajero Muhammad, la paz sea con él, dijo: “La persona tiene la religión de su amigo íntimo, que cada uno de vosotros mire de quien se rodea". Por eso acerquémonos de los buenos, bondadosos, generosos y por supuesto religiosos y alejémonos de las malas compañías. El Mensajero del Islam, la paz y las bendiciones de Dios sean con él, dio este expresivo ejemplo, dijo: “El buen compañero y el malo son comparables al que lleva almizcle y el que sopla el fuelle en una fragua. El que lleva almizcle, o bien te regala algo de perfume, o le compras o puedes percibir un buen olor de su parte. Pero el que sopla el fuelle en la fragua, o te quema la ropa o recibes mal olor de él’. Quiera Dios que apliquemos estas hermosas enseñanzas en nuestras vidas.